Quienes renuncian no vuelan
“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los mancebos se fatigan y se cansan, los mozos flaquean y caen: Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán”. (Isaías 40.29-31)
Confieso que también he tenido ganas de renunciar, dejar todo e irme lejos para “descansar”. Los mozos también nos cansamos jejeje. Pero los que esperamos en Jehová tenemos nuevas fuerzas y un renovado ánimo. Por eso aquí sigo.
Cuando confiamos en nuestra capacidad, recursos propios o fuerzas, desistiremos, “aventaremos la toalla” y nos iremos abandonando nuestro llamado y renunciando a la misión que nos fue encomendada. Dejaremos ese cargo que se nos confió porque “ya no podemos”.
¿Quiénes son los que renuncian? Los que confían en sus propias y limitadas fuerzas. ¿Quiénes son los que perseveran hasta el final? Los que esperan en Jehová. ¿Qué esperan? Su ayuda, su dirección, su intervención y el fiel cumplimiento de sus promesas que nos animan a perseverar pese a todo.
Cuando esperamos en el Señor, vamos a ir más allá de la capacidad que razonablemente podríamos tener: Volaremos…!